Cómo amar lo que odias hacer.
¿Cuántas veces has oído el consejo: “haz las cosas con amor"? Casi
siempre te lo dicen cuando ven que estás haciendo a regañadientes algo que no
te agrada. Y es un excelente consejo, pues cuando le inyectas un poquito de
cariño a una actividad que no te gusta consigues mejores resultados; terminas
las cosas con más rapidez, el tiempo pasa volando y disfrutas más el momento.
El problemita es el siguiente: ¡¿cómo rayos hacer con amor algo que no
te gusta, ni te interesa?! Quizás odias un trabajo aburrido y mal pagado, tal
vez te aburre limpiar la casa, o a lo mejor no soportas ir de compras con tu
esposa o visitar a tu suegra impertinente.
No puedes esperar a que algo te agrade para ponerle amor a tus acciones.
Te voy a decir cuál es la clave para lograrlo. El secreto está en convertirte
en “actor” o “actriz”. Pero no me refiero a que salgas corriendo hacia
Hollywood, estoy hablando de que tomes el reto de ser el mejor actor en las
escenas de tu diario vivir.
Y esto no es otra cosa que actuar como si sintieras placer en algo que
no te agrada hacer. Por ejemplo, digamos que no te gusta
tu trabajo —haces tus labores con desgano, mirando cada 15 minutos el reloj
para ver cuánto falta para irte a la casa— pues te propongo que mañana hagas la
siguiente prueba: imagínate que eres un actor y que vas a personificar el papel
de alguien a quien le encanta su trabajo. Sé que no es fácil, pero recuerda que
el trabajo no te tiene que gustar… solo tienes que actuar “como si te gustara”. ¡Llega con
cara feliz a la oficina!, haz las cosas con ánimo y cuando te llame el jefe
¡pon una sonrisa! Hasta agradece a Dios porque tienes un trabajo.
De ahora en adelante practica este sencillo ejercicio con cualquier
actividad que te aburra o incomode. Te garantizo que al final del día te
sentirás energizado. ¿Sabes por qué? Cuando te esmeras en dar lo mejor de ti,
sientes un gran orgullo y satisfacción. Además no pasará mucho tiempo antes que
tu comportamiento “engañe” a tu mente, y empieces a sentir que aquella
actividad que repudiabas no es tan tediosa como creías. Recuerda
que las cosa hechas con amor crean milagros, incluso la transformación de llegar
a disfrutar aquello que te hastiaba.
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